Desde
Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí”.
Génesis 3: 9-10
Las excusas tienen la patente de Adán, el primer hombre sobre la faz de la tierra tuvo que recurrir a la ahora tan famosa “excusa”.
¿Cuántos de nosotros en momento determinado hemos tenido que recurrir a ella?, no me digas que nunca, la mayoría de nosotros ya sea por necesidad, por placer o por simple herencia pecaminosa recurrimos a ella.
La mayoría de nosotros vemos a Adán como una persona que no necesitaba poner una excusa para reconocer el pecado tan obvio que había cometido. Pero, ¿Alguna vez te has dado cuenta que nosotros hacemos lo mismo?, así como Dios había dicho a Adán y a Eva que no comiesen del árbol de conocimiento del bien y de mal, así mismo hoy en día la Biblia es la Palabra de Dios escrita para nuestras vidas, la cual nos enseña el sendero por donde tenemos que transitar, es decir que no tenemos excusas que poner delante de Dios, pues el mismo Padre de la luces nos ha mostrado que hacer y que no hacer para poderlo agradar.
¿Cuántas excusas seguirás poniendo al Señor para servirle?, ¿Cuántas excusas mas para agradarlo?, ¿Cuántas excusas mas sobre el porque pecas?, es hora de llegar delante de tu Padre y reconocer tu debilidad, pedir perdón y prometerle que trataras de no volverle a fallar.
Es de Adanes fallar, pero es de Perdonados no quererlo volver a hacer.