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“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas”
Isaías 43:18
Hasta antes de casarme tenía una cajita donde guardaba recuerdos de muchas cosas: tarjetas, entradas a algún evento, viñetas de mis primeros all star, cosas que a cierta edad se le da importancia.
Hay personas que dicen que “recordar es volver a vivir” pero en la vida cristiana no es recomendable el tener una cajita de los recuerdos que nos permitan hacer memoria de los errores cometidos en el pasado, en muchas ocasiones el desánimo entra por recordar lo que hemos vivido, momentos que han sido duros para nosotros y que por pura misericordia de Dios hemos salido a flote.
No debemos de recordar constantemente los pecados cometidos por que eso atrae un espíritu de remordimiento y pensar que no somos dignos de alcanzar la misericordia de Dios; no debemos de pensar que no merecemos la gracia de Dios en nuestras vidas porque esto provoca desanimo en cualquier cristiano.
El libro de Miqueas dice “¿Qué Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en la misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades y echará a lo profundo del mar todos nuestros pecados”.
Lo importante de estas sitas bíblicas es que no debemos de traer a memoria las cosas antiguas consistentes en pecado en nuestras vidas ya que Dios las ha olvidado, la Biblia dice que Él retuvo para siempre su enojo y echó a lo profundo de la mar nuestros pecados.
La pregunta del millón es ¿Cuál pecado?
Cuando venimos a Dios y le decimos “señor te recuerdas el error que cometí hace seis años…” Dios nos pregunta ¿Cuál pecado? Si Él ya se olvido de ellos.
Hace poco en un estudio de células familiares compartíamos respecto al perdón y decíamos que perdonar es hacer de cuenta que las ofensas de los demás nunca ocurrieron, ese es el verdadero perdón y es de la manera que Dios perdona tu vida y la mía.
Así que no debemos de recordar los errores del pasado porque para Dios ya no existen y eres libre de todo ello, no anides en tu mente y en tu corazón que no puedes seguir a Cristo porque le fallaste en esto o lo otro, porque hace tantos años cometiste un error, recuerda mejor que la Biblia dice que cada mañana las misericordias de Dios son nuevas y que esos errores que están estorbando tu crecimiento espiritual para Dios ya no existen.
Sigue adelante y no permitas que el enemigo te gane la batalla de la mente porque cuando venimos a Dios con un corazón contrito y humillado Él nos perdona y olvida todos nuestros errores, luego al venir a recordárselo Él nos pregunta: