Que
“Después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra. Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban”.
En la vida nos enfrentaremos con cientos de tormentas que querrán desbaratar nuestra barca. No podemos evitar que los vientos fuertes soplen, no podemos evitar que en momento determinando el miedo se quiera apoderar de nuestra vida, pero si podemos evitar morir espiritualmente en el intento.
En la vida cristiana hay 3 clases de cristianos que se enfrentan a la adversidad del mar de la vida, y estos son:
El Cristiano de Balsa: esta clase de cristiano es aquel que se deja llevar por cualquier viento. Si el viento viene del oriente, salen para el oriente, si el viento fuerte viene del occidente van para el occidente, son aquellos que no son capaces de controlar la balsa, pues esta será guiada por el viendo y no por su voluntad. La mayoría de estos cristianos terminaran en grabes problemas, pues su balsa sucumbirá frente a la adversidad. Por lo general esta clase de cristiano son aquellos que su fe no esta fundada en la Roca que es Cristo y por ende se dejan llevar por los comentarios de los demás, fundando su fe en las personas y no en Cristo.
El Cristiano de Remo: esta clase de cristiano se resiste a dejarse llevar por los viento, lucha y lucha por remar y tratar de ganar la batalla, pero lastimosamente esta remando en sus propias capacidades, luchando en sus propias fuerzas, tarde o temprano se cansara y dejara de remar y con ello será llevado por los vientos negativos que lo llevaron a desistir de su intento por sobrevivir. Por lo general estos son aquellos cristianos que no han podido vencer alguna área de su vida y lo han intentado una y otra vez y siguen sin ver resultados, pero todo esto es el resultado de luchar en su propia capacidad y no permitir a Jesús que sea El quien guíe su barca.
Por ultimo tenemos:
El Cristiano de Motor: esta clase de cristianos son aquellos que desde el momento de partida, no se detienen, pues no son guiados ni por el viento, ni por la capacidad de la fuerza humana, sino por medio de un motor que antes fue preparado para la travesía. El motor de su barca se llama Cristo y su fundamente se encuentra en Filipenses 4:13, no hay adversidad que lo pueda derrotar, no hay viendo que lo pueda desorientar, no abra cansancio, pues toda la responsabilidad cae en Cristo, quien al tomar el control de la barca manda a callar al viento y a los mares y regresa la calma.
Es hora de examinar: ¿Qué clase de cristiano somos?, pueda ser que estemos siendo llevados por cualquier viento, entonces estamos siento cristianos de balsa, quizá estemos tratando de remar en nuestras propias capacidades, entonces estamos siendo cristianos de remo, pero a lo mejor esta permitiendo que Jesús sea el capitán de nuestra barca y quien encienda el motor de ella, entonces estamos siendo cristianos de motor.
La voluntad de Dios es que todos seamos cristianos de motor, que no nos detengamos por ningún viendo que quiera intimidarnos, sino que al contrario, confiemos plenamente en Jesús quien en esta hora nos dice:
“¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”