Que nadie
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Así que, por sus frutos los conoceréis”.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Así que, por sus frutos los conoceréis”.
Personalmente no soy de los que les gusta hablar de otro, es mas he estado en medio de platicas en donde comienzan a hablar en mal de ciertos ministros reconocidos a nivel mundial, pero nunca los he secundado y es porque creo fervientemente que aun cuando algunas personas que dicen ser cristianas comenten grandes errores, yo no tengo porque hacer leña del árbol caído, pues tengo algo mas importante que criticar antes que a ellos y eso es mi forma de vida, ¿Por qué en lugar de criticar a los demás, no usamos la autocrítica para tratar de ser mejores para Dios?
En esta ocasión no quiero hablar en mal de nadie en especifico, pero si quiero ayudarte a que no vayas a caer en el tremendo error de poner los ojos en un hombre. Personalmente, hay muchos siervos de Dios que yo admiro en la actualidad, no te voy a negar que he leído todos los libros que han escrito algunos de ellos, pero hay una gran diferencia en que yo los admire por cierto don que Dios ha depositado sobre ellos y en que yo los vea como un ejemplo a seguir a totalidad, pues mi único ejemplo el cual es perfecto se llama Jesucristo.
Ahora bien, hoy en día se han levantado muchos “apóstoles”, “profetas” y de toda clase de nombre bíblico que dicen ser de Dios, pero ¿Realmente serán de Dios?, no voy a juzgarlos por autodenominarse como ellos quieran hacerlo, pero del dicho al hecho, hay un gran trecho.
Nosotros como pueblo de Dios tenemos que discernir no con sentimientos humanos que son atraídos por lindas cualidades humanas, sino más bien tenemos que discernir con el espíritu, pero con el espíritu que este en sintonía con el Señor. La Biblia dice que las cosas espirituales hay que discernirse espiritualmente y es por esa razón que la única forma de discernir si alguien es de Dios o no es manteniendo una comunión genuina con el Señor, para que de esta forma seamos informados de los falsos profetas que son lobos rapaces vestidos de ovejas.
Es momento de no dejarnos llevar por lo que ven nuestros ojos carnales, puesto que muchos de estos lobos rapaces harán las cosas casi intachables y muchos serán engañados por ellos. Es momento de discernir pero con el espíritu, dejando a un lado el amor humano hacia una persona o la admiración humana hacia “x” persona, es momento de colar en la Palabra de Dios y estos llamados “siervos de Dios”, realmente son siervos de Dios o lobos vestidos de ovejas.
Es por esa razón que te invito a sumergirte cada día en el río del Espíritu Santo, a mantener tus ojos puestos en Jesús autor y consumador de la fe, a empaparte de la Palabra de Dios para no ser engañados y a que nunca se te olvide que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre, por lo cual NUNCA cambiara.
En esta ocasión no quiero hablar en mal de nadie en especifico, pero si quiero ayudarte a que no vayas a caer en el tremendo error de poner los ojos en un hombre. Personalmente, hay muchos siervos de Dios que yo admiro en la actualidad, no te voy a negar que he leído todos los libros que han escrito algunos de ellos, pero hay una gran diferencia en que yo los admire por cierto don que Dios ha depositado sobre ellos y en que yo los vea como un ejemplo a seguir a totalidad, pues mi único ejemplo el cual es perfecto se llama Jesucristo.
Ahora bien, hoy en día se han levantado muchos “apóstoles”, “profetas” y de toda clase de nombre bíblico que dicen ser de Dios, pero ¿Realmente serán de Dios?, no voy a juzgarlos por autodenominarse como ellos quieran hacerlo, pero del dicho al hecho, hay un gran trecho.
Nosotros como pueblo de Dios tenemos que discernir no con sentimientos humanos que son atraídos por lindas cualidades humanas, sino más bien tenemos que discernir con el espíritu, pero con el espíritu que este en sintonía con el Señor. La Biblia dice que las cosas espirituales hay que discernirse espiritualmente y es por esa razón que la única forma de discernir si alguien es de Dios o no es manteniendo una comunión genuina con el Señor, para que de esta forma seamos informados de los falsos profetas que son lobos rapaces vestidos de ovejas.
Es momento de no dejarnos llevar por lo que ven nuestros ojos carnales, puesto que muchos de estos lobos rapaces harán las cosas casi intachables y muchos serán engañados por ellos. Es momento de discernir pero con el espíritu, dejando a un lado el amor humano hacia una persona o la admiración humana hacia “x” persona, es momento de colar en la Palabra de Dios y estos llamados “siervos de Dios”, realmente son siervos de Dios o lobos vestidos de ovejas.
Es por esa razón que te invito a sumergirte cada día en el río del Espíritu Santo, a mantener tus ojos puestos en Jesús autor y consumador de la fe, a empaparte de la Palabra de Dios para no ser engañados y a que nunca se te olvide que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre, por lo cual NUNCA cambiara.
Que un humano jamás sea tu ejemplo a seguir, porque te fallara, es mejor que tu único ejemplo a querer imitar sea JESÚS el intachable.