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Es la obligación y responsabilidad del líder conocer a sus ovejas y sus necesidades, debe acercarse a ellas como pastor; ya que esa es su función. Nuestra meta es que muchos niños sean salvos, pastoreados, edificados, guiados y ministrados.
Nuestro ministerio debe incluir un espacio en el cual puedan desarrollarse en fe, desarrollando y ejercitando un ministerio desde pequeños, esto no es una locura es una realidad que como líderes no podemos ignorar.
Tenemos que involucrar a nuestros niños en el ministerio ya que ellos tambien son parte de la iglesia y tienen que tener su lugar, no sólo estar sentados escuchando, sino siendo parte activa de la obra de Dios.
Pero para llegar a esto debemos ministrarlos eficazmente, por eso es la importancia de conocerlos.
Dios quiere que veamos a cada niño como único e irrepetible, como individuos; ya que él es un Dios personal, Dios no trata con multitudes, él trata con individuos en forma personal.
Cada niño es diferente, distinto y único, con necesidades especificas; tenemos, por tanto, que valorarlos en todos sus aspectos y en su entorno para poder comprender su conduta, pero para eso debemos conocerlos, acercarnos a ellos.
No debemos abandonarlos, hay que velar por ellos, no importa que lo que les pase no sea algo grave(a nuestro entender), pero si es importante para ellos tiene que ser importante para nosotros.
Somos responsables de los niños, ya sea de los que vienen a la iglesia y de nuestros hijos, como de los que todavía no lo hacen; somos deudores, como dice Pablo, somos deudores de aquellos niños que todavía no están con Jesús(Ro. 1:14), son nuestra responsabilidad y compromiso, tenemos que desarrollar carga por ellos, pasión por las almas, ya que no son sólo números y estadisticas son almas que sino les predicamos se irán al infierno, no tomemos nuestra tarea en forma liviana ni tampoco la desvaloricemos, tenemos un gran compromiso y responsabilidad, Dios nos ha entregado, encomendado y confiado a los corderos del rebaño.
Es una tarea ardua, constante, durante todas los días de la semana, las 24 horas y los 365 días(y 366 cuando es año bisiesto), o sea, siempre, no hay que quedarse con los que tenemos hay que ir por más, porque muchos son los que estánperdidos lejos de Jesús, es por ellos que debemos seguir, ellos son la nueva generación, son el futuro de nuestro país, tenemos que ir por ellos.
Mientras haya niños durmiendo y viviendo en las calles, comiendo de la basura, drogandose; mientras sigan abusando de ellos y agrediendolos, mientras sigan prostituyendose, mientras sufran por las guerras, el hambre, la desnutrición, el incesto, el SIDA, las distintas adicciones y el maltrato infantil tendremos que realizar nuestra tarea, o sea, siempre hasta que el Señor venga.
Los niños necesitan de Jesús, no cierres tus ojos, no busquemos excusas, no demos vuelta la cara, no busquemos hacer responsables a otros porque es nuestra responsabilidad.
No es una tarea facil, es ardua, no es de un día ni de dos; lleva su tiempo, pero toda siembra trae cosecha; aunque esta haya sido con lágrimas, pues los que siembran con lágrimas con gozo cosecharán(Sal. 126), una vez un misionero le escribio a su maestro diciendole que estaba desanimado y listo para dejar todo, porque había tratadado de todas las maneras y ni uno se había convertido, el maestro le contesto simplemente con estas palabras: "Prueba con lágrimas". No dependas de un método, porque Dios no bendice metodos, bendice personas que se dejan guiar por él, prueba con lágrimas, ama a aquellos que estan bajo tu ministerio, ama a los niños que no conocen a Jesús, intercede incluso por ellos, clama por ellos, ponte en la brecha y verás resultados.
Dios quiere darnos una gran cosecha de almas, esos niños, que son parte del plan de Dios para nuestra tierra, ellos son claves para la toma de la tierra, ya que Dios quiere levantar de ellos un ejercito poderoso y victorioso, lleno del Espíritu Santo, fe y milagros, un gran ejercito de niños, un ejercito de Davids, que van contra los gigantes, pero somos nosotros los que tenemos que ir a buscarlos, el plan está, la visión también, tenemos que ir, poner manos a la obra, abramos nuestros ojos, son muchos los que sufren todavía, vayamos a ellos.
Abramos nuestros ojos a la necesidad de los niños que están bajo nuesto ministerio, pasemos tiempo con ellos, acerquemonos, eso es lo que Dios nos demanda; no nos olvidemos de esto, ya que es fundamental.
Nuestra visión tiene que ser renovada, debemos ser concientes de que estamos puestos en un lugar estrategico, de grandes privilegios, pero también de grandes responsabilidades; y en cual debemos ser fieles.
Muchas veces puede ocurrir que no entendamos la visión y que esta produzca en nosotros una sensación de desconcierto, pero cuando veamos su cumplimiento entenderemos, como le paso a Pedro(Hch. 10:9-22).
El líder es el referente que los chicos tienen, ellos esperan ver en nosotros lo que enseñamos, debemos motivarlos con nuestro ejemplo en todo, debemos mostrarles una vida de santidad, de oración, de unción, de poder y milagros. Debemos guiarlos a una relación más profunda con Dios, los chicos deben experimentar una relación especial y profunda con él(1ª Timoteo 4:12b).
Dios quiere que pasemos tiempo en el altar porque desea sembrar en nuestra mente y corazón su palabra, su visión; para que una vez que haya dado fruto lo sembremos en los niños, Dios nos ha dado una tierra fértil y productiva y nos ha dado promesa de una cosecha abundante. Los cielos están abiertos sobre nuestras vidas, los cielos están abiertos sobre la iglesia(Exodo 25:22, 31:18, 33:9; Levíticos 1:1; Deuteronomio 11:14, 28:12, Isaías 55:10-13; Juan 15:4-10).
Somos hijos de Dios y herederos de todo lo que es de Dios(Juan 1:12; Romanos 8:17; Gálatas 3:29, 4:7).
Dios ha dado todo poder a la iglesia. Hay que vivir según esta verdad(Lucas 10:19).
Dios ha dado ministerio a los chicos, quiere levantarlos aquí y ahora(hoy). Es tiempo de rogar la llenura del Espíritu Santo sobre los niños(Salmos 8:2; Joel 2:28; Mateo 11:25-27, 21:14-16; Lucas 10:21-24).
Hay que salir de la estructura rígida y ceremoniosa para ser guiados por el Espíritu Santo y la Palabra(Juan 14:26, 16:13). Esto no significa improvisación; para ser guiados por el Espíritu Santo y la Palabra es necesario un tiempo de preparación, es necesario buscar de Dios, pasar tiempo con él, eso es tiempo de altar, hay que ser sensible a su voz.
Tener la mente de Dios, la mente de Cristo, ser renovados para pensar como él piensa(Isaías 55:8; Jeremías 29:11)
Ver como Jesús ve, ser sus ojos, ver con compasión y con misericordia(Lucas 7:13).
Oír como Jesús oye, ser sus oídos, oír pidiendo al Espíritu discernimiento. Comprender(1ªReyes 3:9; Isaías 7:15).
Hablar como Jesús habla, ser su boca. Palabra de vida y poder. Hay poder en lo que decimos y declaramos; tenemos y debemos soltar bendición sobre la vida de los chicos. Bendecir y no maldecir(2ªReyes 2:23-25; Isaías 51:16; Jeremías 1:9).
Tocar como Jesús toca, ser sus manos. Alcanzar al necesitado(Mateo 8:1-4, 8:14-15; Marcos 1:29-31, 1:40-45; Lucas 4:39-41, 5:12-16).
Sentir con su corazón, pasión por las almas. Que todos se salven; que ninguno se pierda(2ªPedro 3:9, Jn. 3:16).
Amar como Jesús ama(Jn 3:16(1ºCorintios 13).
Andar como Jesús anda, ser referentes de la verdad(1ªTi. 4:12b).
Tomar tiempo para orar, adorar, alabar y escuchar la voz de Dios(1ªCrónicas 16:11; Is. 56:7).
Tomar tiempo para escuchar, orar y estar con los chicos. Caminar a su paso, caminar junto con ellos(Filipenses 2:4-8).
Pastoreo, dar pastos tiernos y delicados, llevarlos a beber de las aguas de vida; apacentarlos y guiarlos. Ser tiernos, tener el corazón de pastor(Jn. 21: 15_17).
Tener carga por las almas(los dolores de parto de que habla Pablo en Ga. 2:19), pasión por Dios y por las almas; la voluntad de Dios es que anunciemos el Evangelio a toda criatura, que todos sean pastoreados. Hay que ponerse en la brecha por ellos, Dios está buscando esa clase de líderes; orar derramando el corazón delante de la presencia de ellos, oración intercesora, oración pastoral(Jer. 9:12-22; Lm. 2:11_12, 19-21, 4:4, 5:1-22; Ez. 22:30).
Función sacerdotal. Llevar las necesidades de los chicos delante de la presencia de Dios, el líder es el sacerdote que intercede por ellos(Exodo 28:12, 29).
Valorar las necesidades de los chicos, observar las actitudes y comportamientos, mirar con los ojos del Espíritu. Saber escuchar, oír, entender(discernimiento y prudencia), tener palabra de vida. Dejar que el Espíritu Santo nos revele, y que sea Él el que toco los corazones de los chicos, va a ser el Espíritu Santo el que los ministre, no caer en el error de creer que somos nosotros, él prepara los tiempos y los momentos. Él es que conoce el corazón(Sal. 139; 1ªCo. 2:10b).
Planificar las estrategias y tareas(acciones)sobre la base de las necesidades observadas(priorizar). Es importante el tiempo de altar, mucha oración.
Ejecución. Puesta en marcha de las estrategias, planes y programas bajo la guía del Espíritu Santo.
Evaluación de los resultados y nueva valoración para detectar nuevas necesidades y planear nuevas estrategias, evaluar nuevas inquietudes y proyectos de los lideres.
Hay que levantarse e ir en la dirección que la palabra de Dios dice; aunque parezca que va en contra de toda lógica, aunque ese lugar sea desierto(Hch. 8:26-40)y no halla nada, aunque parezca que todo es negativo, el desierto se transforma por la palabra de Dios.
No hay que mirar el territorio según nuestras posibilidades, el territorio que se siembra debe ser mirado por medio de los ojos de la fe, no debemos apurarnos debemos esperar el tiempo de Dios, la siembra tiene un proceso, primero; preparar el terreno, desmalezarlo, romper los terrones, si esta seca regarla con la palabra y el amor de Dios, agregar fertilizante y luego; sembrar(Is. 28:24-29, 55:10-13).
No debemos pensar que el territorio es duro; hay que sacar todo lo que esta dañando el corazón de la gente, el desierto se cambia por el poder de la palabra de Dios. Nuestra siembra dará fruto porque está sembrada junto a las aguas de vida(Is. 32:20, 58:11).
Hay que acercarse y juntarse a la gente, y en nuestro caso a los chicos, debemos descender al nivel de la gente, caminar con ellos, caminar junto con el necesitado, así como lo hizo Jesús(Mt. 8:1-4, 9:9-13). Debemos tener misericordia, hay que llorar con los que lloran y reír con los que ríen. Para sembrar hay que acercarse a la gente. Hay que escuchar a la gente, la gente tiene la necesidad de ser escuchado, debemos aprender a escuchar, debemos pedir discernimiento al Espíritu Santo, en un mundo donde todos hablan debemos aprender a escuchar. Pero debemos tener cuidado de no engancharlos con el espíritu del mundo, debemos escucharlos para darles la solución en el poder de Dios.
Es fundamental conocer los problemas de la gente, y en nuestro caso de los chicos, verlos y valorarlos dentro de su contexto cultural, familiar, social, espiritual, emocional, etc., como, líderes debemos conocer sus problemas y necesidades y guiarlos a Aquel que puede resolverlos y suplirlos.
Es fundamental darles tiempo, no podemos apurar el proceso de siembra ni de crecimiento, eso es algo que sólo le corresponde a Dios(1º Co. 3:6-7), es importante no apurarse, todo tiene su tiempo(Ec. 3:1). Lo último que se hace es la siembra, primero viene la etapa de preparación. Lo último que hace un líder, luego de escuchar y valorar es hablar.
Hay que levantarse, ir y acercarse. Es necesario ir, es persona a persona(Mr. 16: 15-18).
Debemos permitir al Espíritu Santo que sea el que controle y dirija, hay que tener su unción y su presencia, no es por nuestra palabra, no es por un método ni estrategias humanas, es por su Espíritu(No por fuerza(Zac. 4:6).
El ejemplo de esto es el Libro de los Hechos, que no debería llamarse Hechos de los Apóstoles, sino Hechos del Espíritu Santo. Pues todo lo que los apóstoles hicieron fue guiado por el Espíritu Santo, pues eran sólo hombres, hombres del vulgo, sin letra ni poder en ellos mismos, esa era la iglesia primitiva, hombres comunes como nosotros, hombres que reconocían su dependencia exclusiva del poder de Dios y que sabían que sin ese poder nada podían hacer(Hch: 4:23-31).
Es su presencia la que va con nosotros y nos da descanso, porque nosotros no tenemos que tratar de hacer algo, sino permitir que su Espíritu fluya tocando a los chicos(Ex. 33:14-15), Jesús al ascender le ordenó a los discípulos que no hicieran nada, pues antes tenían que ser llenos del Espíritu Santo, esa es la clave no hacer nada sin ser llenos de él, pues si no lo hacemos así cometeremos grandes errores(Lc. 24: 49, Hch. 1: 4-5).
Incluso en el Antiguo Testamento se da la referencia de no hacer nada sin ser llenos del Espíritu(1º S. 9:6-8). No hagas nada que Dios no te mande hacer, no hagas nada sin ser lleno de Espíritu Santo, pues, no será de bendición para nadie.
No es cuestión de lo que yo creo, pienso o sé(o creo saber), es cuestión de ser llenos de su poder. No hagas nada que el Espíritu Santo no te mande hacer.
A los chicos no les sirven las palabras de humana sabiduría, ellos necesitan ser tocados por Dios, mas que una lección bien preparada y con todos los adornos, ellos deber ser llenos del poder del Espíritu Santo, deben gustar de él, el Espíritu Santo es para ellos también(Jl. 2:28-29; Hch. 2:12-21, 38-39; Zac. 12:10).
No debemos pensar que los chicos no necesitan del Espíritu Santo, ese es un error, ellos lo necesitan, y es más, ellos pueden y deben ser llenos de él, antes de creía que los chicos no podían ser llenos del Espíritu Santo(¡Qué fatal error! ¡Qué mentira tan grande!).
No miremos a los chicos como demasiado pequeños y muy lejanos para recibir del Espíritu Santo y ser tocados por él, están en la mejor edad, pues son sensibles a su voz.
David era un niño, un adolescente apenas, cuando fue ungido rey de Israel y el Espíritu de Dios vino sobre él(1º Sa. 16:13).
No son sólo niños, son almas que necesitan un toque de Dios, ellos representan familias que necesitan ser salvas y tocadas por el Espíritu Santo, ellos deben ser llenos del Espíritu Santo, aún desde su temprana edad deben tener encuentros con Dios, deben desarrollarse en una atmósfera de fe y milagros, si un niño vive rodeado por un ambiente de fe será un hombre o mujer lleno de fe, si vive y crece con el Espíritu Santo será un hombre o mujer lleno del poder de Dios, tenemos el privilegio como líderes de niños de ministrar a personas en la edad de formación, debemos llenar estos corazones tiernos de su Espíritu Santo, nuestra misión es instruir al niños en su camino(Pr. 22:6).
Es mi obligación como sacerdote llevar a los chicos a la presencia de Dios. Es mi deber llevar gravados en mi mente y en mi corazón los nombre de estos chicos que Dios ha depositado a mi cuidado y a mi cargo.
Debo sentir carga por ellos, de la misma manera que el sacerdote llevaba sobre sus hombros las dos piedras gravadas con los nombres de cada una de las Doce Tribus de Israel, y sabia que estaba puesto para interceder ante Dios por el pueblo.
Debo llevarlos ante la presencia de Dios, debo rogar a Dios que los llene con su poder, que sean bautizados con el Espíritu Santo, no puedo ni debo dejar de orar por ellos.
Tengo la responsabilidad, el deber y el privilegio ante Dios, y dado por Dios, de interceder por ellos, debo amarlos a todos por igual.
Como las joyas del pectoral eran diferentes unas de otras; y representaban a cada una de las tribus de Israel, así son estos niños, diferentes unos de otros, pero todos valiosos y precioso para el Señor.
Las joyas del pectoral eran diferentes unas de otras, es cierto, pero todas ellas eran valiosas y bellas; de igual manera estos chicos son valiosos y bellos, ellos son las joyas de mi vestidura sacerdotal, ellos son la corona de mi Ministerio y el motor de mi vida, son el gozo por el cual menosprecio el oprobio, por ellos Jesús menosprecio el oprobio ellos son el gozo de Jesús(He. 12:2), son estrellas en mi corona.
Como sacerdote debo interceder, velar, guardarlos y bendecirlos(Ex. 9-12, 15-21, 39:6-14; Nm. 6:22-27; Mt. 19:13-15; Mr. 10:13-16; Lc. 18:15-17).
Dios ha elegido a los niños para reverlarles sus cosas, él se revela a los niños, porque ellos tienen un corazón sensible y dócil(Mt. 11:25; Lc. 10:21).
Jesús les dio mucha importancia a los niños, los puso como ejemplo y advirtió acerca de hacer tropezar(Mt. 18:1-14; Mr. 9:33-7, 42-50; Lc. 9:46-48).
Como líderes debemos tener el corazón del pastor, ser tiernos y caminar a su paso entre ellos, y guardándolos(Is. 40:11), debemos tomar el ejemplo de un hombre lleno de Espíritu Santo, un hombre llamado Bernabé(Hch. 11:24).
Él pudo ver a Saulo con los ojos de la fe de Jesús y reconocer la obra de Dios en su vida, se puso a su lado y lo ayudo a desarrollar su Ministerio(Hch. 9:27, 11:25).
Bernabé pudo ver en Pablo el llamado que este tenía de Dios, aún cuando nadie lo veía, ni sabía de este llamado(Hch. 9:15-16).
Incluso cuando el mismo Pablo rehusó llevar a Juan Marcos con ellos, porque en su primer viaje los había abandonado, Bernabé pudo ver en este joven la obra de Dios(como la vio en el mismo Pablo), y se separó de Pablo para ayudarlo a desarrollarlo. Muchos juzgan a Bernabé por esto y lo tildan de una persona que dejo el servicio de Dios por sus relaciones familiares, pero es todo lo contrario, pues el Ministerio de Bernabé era el Ministerio del pastoreo y de la edificación; y eso sólo lo da el Espíritu Santo(Hch. 15:39ª).
El fruto de esto es que el Evangelio de Marcos fue escrito por este joven, y años después Pablo puede reconocer un colega y colaborador fiel, útil y lleno del Espíritu Santo, muchos dicen que Pablo lo llama porque había madurado y ahora era digno del Ministerio, pero la pregunta es: ¿Cómo habría madurado si Bernabé no lo hubiera ayudado?(2ºTi. 4:11b, col. 4:10, Flm. 24).
Este mismo Juan Marcos también fue un colaborador de Pedro, quien lo llama su hijo(1ºPe. 5:13).
¿Qué hubiera sido de la vida y el Ministerio de Juan Marcos si Bernabé no hubiera estado a su lado? ¿Qué hubiera sido del mismo Pablo? Pues no olvidemos que ningún cristiano quería juntarse con el asesino de cristianos, todos los rechazaban. Tal vez nada, tal vez nunca hubiéramos sabido de ellos, y ni siquiera se habrían desarrollado sus ministerios, pero existía un hombre llamado Bernabé, hombre que pudo ver y comprender lo que los demás no podía y tal vez ni querían, pues son pocos los que quieren dedicarle tiempo al pastoreo, al cuidado y a la edificación, pues todo lo quieren ya. Pues nadie quiere dedicarle mucho tiempo, y menos si la tarea es difícil, nos gustan las reuniones emotivas, esas en la que todo es fuego, canciones y lo demás, pero a muy pocos les gusta o agrada el trabajar en el silencio, sobrellevando y escuchando, aquí en donde se ponen en funcionamiento los frutos del Espíritu(Ga. 5:22-23).
Nosotros somos "Bernabés" para esos chicos, tal vez para el resto ellos pueden ser sólo chicos, pero para nosotros, para los "Bernabés" no, si no sentimos esto es mejor que pensemos en lo que estamos haciendo, pues si tomamos nuestro trabajo con los chicos como algo más; estamos en un grave error, sé que muchas veces el trabajo con los chicos no es muy difundido, porque lo que más llama es predicar o cantar ante multitudes, pero el que trabaja con chicos sabe que la mayor parte de su trabajo es en el anonimato y, muchas veces, en la incomprensión de los demás que no entienden este Ministerio, es importante saber que este trabajo no es para aquellas personas que quieren ser estrellas o figurar y que todo el mundo las admire o que venga algún productor y las descubra, una persona con este pensamiento debe dejar de inmediato este trabajo, además, si este no es tu Ministerio debes dejar de hacerlo, pues no será bendición para tu vida ni para los chicos. Somos la respuesta de Dios a las necesidades de los niños; fuimos dados como una respuesta al clamor, él nos ha dado por profetas a las naciones(Jer.1:5).
El trabajo del líder es en silencio, así como el siervo que fue a buscar a David cuando estaba en el campo pastoreando las ovejas y Samuel lo mando llamar, nadie conoce el nombre del siervo, pero si lo que hizo y quien fue David(1ºSa. 16:11-12).
Tenemos que buscar tener las características de este hombre, características que son propias de aquel nacido de nuevo y que está lleno del Espíritu Santo:
Õ Se entrego por entero, consagración integra a una causa, entrega incondicional(Hch. 4:36).
Õ Vivía de acuerdo a su nombre, o mejor dicho a su sobre nombre, pues los apóstoles le cambiaron el nombre, Bernabé significa "Hijo de Consolación"(Hch. 4:36).
Õ Tenía visión, podía ver con los ojos de Dios, era comprensivo(Hch. 9:26-27) y era una influencia inspiradora para los que estaban con él(Hch. 11:25-26).
Õ Animaba a los cristianos(Hch. 11:23).
Õ Tenía bondad, misericordia(Hch. 11:24).
Õ Lleno del Espíritu Santo(la característica principal(Hch. 11:24).
Õ Lleno de fe, esta característica se deriva de ser lleno del Espíritu Santo(Hch. 11:24).
Õ Tenia un llamado de Dios, el Ministerio de Bernabé era de Dios, él es el primer misionero, y se lo nombra primero que ha Pablo(Hch. 13:1-3(El nacimiento de las misiones).
Õ Desarrollaba su Ministerio con idoneidad, era fiel y confiables(Hch. 11:29-30).
Yo debo ver a ese chico que se porta mal, que es terrible, que no hace caso con los ojos de la fe de Jesús(Debo mirarlo como Jesús me miro a mi y tenerle la paciencia que él tuvo conmigo); debo ser sensible a la voz del Espíritu Santo para ver el llamado de Dios sobre ese chico, tengo que saber mirar y observar la obra de Dios en la vida de los chicos(Bernabé y Saulo, Bernabé y Juan Marcos).
Debo guiarlos a Jesús, debo guiarlos a tener una relación intima con Él, debo llevar a los chicos a que prueben el Poder del Espíritu Santo y que quieran ser llenos de él, debo motivarlos e instarlos a creer(Andrés y Pedro(Jn. 1:40-42), Felipe y Natanael(Jn. 1:43-51). La persona anónima que llevo a Bartimeo hasta Jesús(Mr. 10:46-52).
Debemos ir hacia ellos, y no esperar que ellos vengan, y de los demás se encarga Dios(Felipe y el etíope(Hch. 8:26-40).
Dios ha prometido cielos abiertos sobre nuestras vidas, Él prometio que abriría y derramaría su Buen tesoro, el Espíritu Santo, sobre nosotros(Dt. 28:12, 33:13-16).
El Espíritu Santo viene como una respuesta a la Oración(Lc. 3:21-22, 11:13).
El Espíritu Santo es el que toca los corazones y los cambia(Jn. 16:4b-15; Hch. 10:44-48, 11:15-18) en estos dos últimos pasajes se muestra que Pedro no terminó de dar su mensaje, y que los que lo oían fueron tocados por el Espíritu Santo antes de convertirse formalmente.
Juan el bautista fue lleno del Espíritu Santo aún antes de su nacimiento, ¿Imagínense como habrá sido su infancia? Que carga genética más poderosa, que legado tan grande para un hijo(Lc. 1:15).
¿Por qué es importante que los niños estén involucrados en la obra de Dios? ¿Por qué se dice que son claves para el avance de la obra de Dios? ¿Por qué los chicos pueden orar por milagros?
Õ Porque de ellos y en ellos Dios fundó la fortaleza y la alabanza(Sal. 8:2; Mt. 21: 14-16).
Õ Porque el niño es sencillo y cree, por eso Jesús dijo que debemos ser como niños para entrar en el reino de los cielos(Mt. 18:3). Son sensibles al Espíritu Santo y pueden y deben ser llenos por él.
Õ Porque el niño tiene un corazón abierto, por eso Dios puede revelarse a ellos(Mt. 11:25; Lc. 10:21).
Õ Porque el reino de los cielos es de ellos(Mt. 19:14).
Õ Porque Dios los patorea(Is. 40:11).
Õ Porque todas las promesas de Dios son de ellos(Hch. 2:39).
Õ Porque son saetas en las manos de Dios, saetas que desbaratan las fuerzas del diablo(Sal. 127:4-5).
Õ Porque deben ser instruidos en el camino del Señor, en la Palabra de Dios, deben crecer en un ambiente de fe, poder, milagros, testimonios, experiencias con Dios(Dt. 6:7;Pr. 22:6; 2ª Ti. 3:15).
Ejemplos de niños que fueron usados por Dios:
Õ Samuel(1ªSa. 3:1-10, 19-21).
Õ David(1ªSa. 16:12-13, 23, 17:40-51).
Õ La sierva de la mujer de Naaman(2ª Re. 5:1-3).(Anonima).
Õ Jeremías(Jer. 1:4-7).
Õ Daniel y sus compañeros en Babilonia(Dn.1).
Õ Josías(2ª Re. 22:1-2).
Õ El niño que entrego su alimento a Jesús(Jn. 6:9).(Anonimo).
Õ Jesús(Lc 2:41-52).
Õ Rode(Hch. 12:13-14).
Õ Timoteo(2ª Ti. 1:5, 3:14-15).
Siempre recuerde:
Õ Tenemos una función sacerdotal(Ex. 28:9-13, 15-21).
Õ Tenemnos que bendecirlos(Nm. 6:22-27).
Õ Las palabras de los líderes deben dar firmeza a las vidas porque deben provenir de Dios(Ecl. 12:11).
Õ Dios nos ha puesto en medio de su pueblo(Is. 30:20).
Õ Dios nos ha puesto por luz a las naciones, como guías(Is. 42:6-7).
Õ Somos restauradores(Is. 49:6, 8, 58:12, 61:4-6).
Õ Dios nos ha puesto por fortaleza en medio del pueblo(Jer. 6:27).
Õ Somos armas de guerra(Jer. 51:20-23).
Õ Tenemos que sentir carga pastoral por lo que sufren(Lm. 2:11-12, 19).
Õ Tenemos que ponernos en la brecha(Ez. 22:30).
"Nuestras ovejas huelen a problemas, a necesidades, a luchas, a pecado... Cuando por tu ministerio logres que cambien de olor, ya habrá nuevas ovejas esperándote, con fragancias aún más putrefactas, que requerirán de tu amor, tu cariño y tu dedicación.
Es la vida del pastor. Siempre oliendo a oveja, siempre ministrando almas con problemas.
¿Quién los guiará y los colocará en sendas de bendición?
Sólo los llamados a invertir sus vidas para bendecir a otros. Los que conocen y palpitan con el mismo ritmo que el corazón de Jesúsd. Recuerda que, aunque no sea agradble, no hay fragancia más hermosa que el olor a oveja.
Es la vida del pastor. Siempre oliendo a oveja, siempre ministrando almas con problemas.
Muchos desean reunir multitudes, y parece bueno, pero ¿para qué llegar a ellos? La meta es cuidarlos, sanar sus heridas y llevarlos a pastos delicados y aguas de reposo.
La tarea pastoral invierte en esto toda su atención y sus fuerzas.
Las 24 horas del día, los 365 días del año.
Se es pastor siempre.
El olor a oveja es olor a problemas, necesidades e imposibilidades que el pastor llevará consigo cada momento. Por su trabajo, la fregancia del Espíritu Santo y el amor de Dios, transformará cada necesidad e inconveniente en un testimonio. Cada debilidad y flaqueza serán la fuente de donde surjan las mayores fortalezas de las ovejas.
La iglesia ha sido llamada a pstorear, no a tratar de tener la grey más numerosa o el ministerio más exitoso. El deso de lacanzar multitudes debe ir acompañado de la pasión por pastorearlas.
El amor pastoral es el fundamento de toda relación dentro de la iglesia.
Es precisamente ese amor el que promueve a las personas permane¡ntemente al crecimiento, intentando que desarrollen al máximo el potencial que el Señor ha puesto en su corazones.
Las ovejas necesitan amor, ser atendidas y uanvisón de fe sobre sí mismas.
Ellas crecerán, se desarrollarán y darán fruto a treinta a sesentas y a ciento por uno.
Es la vida del pastor. Siempre oliendo a oveja, siempre ministrando almas con problemas.".
(Fragamento del libro: "Oliendo a oveja", Pastor Guillermo H. Prein, Fundación Centro Crisitiano Nueva Vida).