La fe
“De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”
Todos hemos pasado por la etapa de la niñez, esa etapa única en la cual no hay preocupaciones, pero si mucha imaginación y sobre todo una FE que hace de cualquier promesa una realidad.
Recuerdo cuando era niño, tenia una imaginación tan grande que no te la podría describir, cada cosa para mi era una oportunidad de Soñar. Cada año al comenzar el periodo escolar mis padres me prometían que si sacaba las mejores notas y era condecorado al final ellos me darían un regalo.
Cada año me preocupaba por sacarme las mejores notas, porque sabía que mis padres me iban a dar un obsequio, en mi mente no cabía otra idea más, que el hecho de que ellos me darían algo grande, algo fabuloso y que sin lugar a dudas me iba a encantar.
Al finalizar el año y después de haber obtenido las mejores notas, esperaba de ellos el obsequio que me habían prometido, pero lastimosamente nunca me lo daban, sino que me decían que el año siguiente si volvía a repetir las notas o eran mejores, entonces me darían algo más grande.
Así pase los primeros años escolares cuando niño, a pesar de que siempre me prometían cosas que nunca cumplían, yo seguía creyendo que eso iba a ser tal y como me lo decían y por eso cada año me preocupaba por tener las mejores calificaciones.
Analizando este versículo me daba cuenta que Jesús decía: “De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Y es que el la frase clave esta en: “el que no recibe el reino de Dios como un niño”.
Es que sin duda se necesita FE para poder creer algo que nunca hemos visto o palpado, se necesita FE para poder creer que tus pecados son perdonados no importando la cantidad o de la clase que fueran. Es que se necesita FE para entender de que además de perdonar nuestros pecado, Dios nos da una entrada al cielo si tan solo perseveramos junto a El.
En medio de las desilusiones de la vida, en medio de las tormentas o tribulaciones diarias, es lindo pensar de que un día ESTAREMOS EN EL REINO DE LOS CIELOS, porque creímos no viendo, y caminamos como viendo al Invisible.
Acá las tribulaciones querrán agobiarnos, pero un día en EL CIELO se acabara todo dolor, todo llanto y como dice Apocalipsis 21: 4 “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.
Amado hermano, se necesita ser como niño para que las circunstancias de la vida no afecten tu FE, un niño jamás se preocupa de nada, al contrario siempre cree TODO.
¿Por qué no comienzas a creerle a Dios TODO lo que te dice? A diferencia de mis padres, Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, por lo que si te ha prometido algo, LO DARÁ sin lugar a dudas.
Es momento de tener la FE de un niño, es momento de dejar a un lado todas las confrontaciones de nuestros pensamientos que nos quieren llevar a flaquear en la FE, mas es hora de entender que mi FE tiene que ser como la de un niño, pues para heredar el Reino de los Cielos, tengo que ser COMO UN NIÑO.
Deja a un lado todo modelo de pensamiento que quieren evitarte alcanzar por FE las bendiciones de Dios y comienza a CREER COMO UN NIÑO.