Finanzas
Por: David Haskel
Los adultos, por diversas razones, tenemos la tendencia a aislar y "proteger" a nuestros hijos de los problemas económicos. Y eso no está mal, según dicen los expertos en finanzas. Pero tampoco hay que ser más papistas que el Papa: no enloquecer a nuestros hijos con cuestiones financieras no significa que debamos dejarlos en la más absoluta ignorancia sobre esos.
La escuela no lo enseña
Mucho más cuando las escuelas no se ocupan de la cuestión, dice Mike Kidwell, vicepresidente de Myvesta, una organización sin fines de lucro dedicada a las finanzas personales. "En la escuela nos enseñan desde cómo el sol da calor a la tierra a cómo calcular la superficie de un círculo, pero no nos enseñan el ABC del dinero", sostiene.
Por ello, es fundamental que los padres los introduzcan desde pequeños en el mundo del dinero. Incluso antes de que empiecen la escuela, se les puede enseñar las distintas monedas y sus valores relativos.
Si el niño tiene menos de 10 años, se le puede explicar que un cajero automático (ATM) no nos da dinero mágicamente. Asimismo, debemos explicarles cómo funcionan las tarjetas de crédito, para que comprendan que las cosas no se compran simplemente pasando un trozo de plástico por una maquinita.
Una mensualidad es importante
Cuando los niños comienzan a ir a la escuela, es bueno darles una suma semanal o mensual. Esa es una gran oportunidad para formarlos sobre el ahorro. Una buena técnica es ayudarlos a fijar un objetivo: algo que anhelan comprarse y para lo que necesitarán ahorrar.
Incluso podemos ayudarlos a hacer los cálculos de cuánto pueden gastar del dinero que les damos y cuánto necesitan guardar semanalmente para llegar a la meta. De esa forma, estarán incorporando en forma temprana y agradable la administración de los fondos y comprendiendo por qué es importante ahorrar.
Si el objetivo es algo lejano, se pueden fijar pequeñas metas intermedias que incluyan algún tipo de premio. Por ejemplo, si necesitan reunir 60 dólares, podemos decirles que por cada 10 que logren juntar nosotros les daremos otros dos. De esa manera se agregan incentivos de corto plazo que contribuirán a renovar el entusiasmo.
Planificación de gastos
Esta misma práctica puede servirnos para inculcarles el tema de la planificación de los gastos: luego de definir cuánto se puede gastar y cuánto ahorrar, ayudémoslos a conformar una lista con las cosas que querrían comprarse, con su correspondiente valor.
Una vez hecha la suma, si el dinero no les alcanza para todo lo que querrían (como es de esperar), incentivémoslos a que asignen prioridades. Después de todo, en la vida, nadie que no se llame Bill Gates puede comprarse todo lo que quiere en el momento que le apetece.
Las alcancías son un buen aditamento, ya que les aportan un objeto físico bajo su cuidado en el que pueden ir sintiendo cómo se acumulan sus ahorros.
Abrir una cuenta de ahorros en el banco, en la que pueden depositar el dinero que reciben de regalo en su cumpleaños o vendiendo limonada en el jardín, es también una buena alternativa.
Una lección sobre intereses
Esto nos dará la oportunidad para mostrar a nuestros hijos cómo el dinero en sí puede generar dinero. La mayoría de los bancos suelen tener una tabla de intereses compuestos que, con un poco de explicación, puede ayudarles a comprender los rudimentos de ese mecanismo financiero.
Otro aspecto importante de las finanzas que deben incorporar es el de la inflación. Para los que coleccionan Archives u otros comics, bastará con reunir varios números, ordenarlos por año e ir mostrándoles cómo el precio de tapa ha ido subiendo con el tiempo.
Si las revistas no están en casa, se puede conseguir idéntico resultado acudiendo a la biblioteca del barrio y pidiendo una colección de revistas o diarios, tal vez comenzando con un ejemplar del año de nacimiento del niño.
Y por supuesto, no deberos olvidar inculcarles los riesgos del despilfarro. Una cosa es querer "lo mejor" para los niños y otra consentir a que incurran en gastos desmedidos.
"Junior podrá sobrevivir sin el último par de zapatillas de 100 dólares", dice el experto en finanzas Eric Tyson.
Puede que en el momento del "no" no queden muy contentos, pero con el paso de los años nuestros hijos nos agradecerán el haber tomado esa decisión.
Fuente: Conpoder.com