Proposito
Una Vida Con Propósito
Este libro es una guía de una jornada espiritual de 40 días que te permitirá encontrar la respuesta a la pregunta más importante de la vida: ¿Para qué estoy aquí en la tierra? Al terminar esta jornada sabrás el propósito de Dios para tu vida y entenderás el cuadro completo: cómo encajan todas las piezas de tu vida. Con esta perspectiva, tu estrés disminuirá, tus decisiones serán menos complicadas, tendrás mas satisfacciones y más importante aun, te preparara para la eternidad.
Por Rick Warren
Todo Comienza Con Dios
"Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible... todo comenzó en Él y para los propósitos de Él." Colosenses 1:16 (PAR)
"A menos que se dé por hecho la existencia de Dios, la búsqueda del Propósito de vivir no tiene sentido." Bertrand Russell, ateo.
No se trata de ti.
El propósito de tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Es mucho más grande que tu familia, tu carrera o aún tus sueños y anhelos más vehementes. Si deseas saber por qué te pusieron en este planeta, debes empezar con Dios. Naciste por Su voluntad y para Su propósito.
La búsqueda del propósito de vivir ha intrigado a la gente por miles de años. Esto ocurre porque solemos empezar por el punto de partida errado: nosotros mismos. Nos hacemos preguntas egoístas como: ¿Qué quiero ser?, -¿Qué debo hacer con mi vida?, - ¿Cuáles son mis metas, mis anhelos, mis sueños con el futuro? Enfocarnos en nosotros mismos nunca podrá revelarnos el propósito de nuestra vida. La Biblia dice: “En su mano esta la vida de todo ser viviente".
Contrario a todo lo que te dictan muchos libros conocidos, películas y seminarios, no encontrarás el sentido de tu vida buscando en tu interior. Es muy probable que ya lo hayas intentado. No te creaste a ti mismo, por lo tanto no hay manera de que puedas decirte para qué fuiste creado. Si yo te entregara un invento que nunca has visto, no sabrías para que sirve ni tampoco el ingenio te lo podría decir. Sólo el inventor, o el manual de instrucciones, podrían revelar el propósito de dicho invento.
En una ocasión me perdí en las montañas. Me detuve a preguntar como llegar al campamento y la respuesta fue: “No puedes llegar hasta allí desde este lugar. ¡Tienes que empezar por el otro lado de la montaña!" De igual manera, no puedes llegar a la conclusión de tu existir centrándote en ti mismo. Dios es tu punto de partida, tu creador. Existes tan sólo porque Él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Sólo en Él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro significado y nuestro destino. Cualquier otra ruta termina en un callejón sin salida.
Muchos tratan de usar a Dios para su propio beneficio, pero eso es antinatural y está condenado al fracaso. Fuiste creado para Dios, no al contrario; la vida consiste en permitir que Él te use para Sus propósitos y no que tú lo uses a Él para los tuyos. La Biblia dice: “Obsesión con si mismo en estos asuntos es un callejón sin salida; la atención a Dios nos guía a una vida libre y espaciosa".
He leído muchas obras que me ofrecen diferentes maneras de descubrir el propósito de mi vida. La mayoría se pueden clasificar como libros de “autoayuda", porque abordan el tema desde una perspectiva egoísta. Los libros de autoayuda, incluidos los cristianos, ofrecen por lo general los mismos pasos a seguir para que logres encontrar el propósito de la vida: Piensa en tus sueños; Define tus valores; Trázate metas; Averigua cual es tu fuerte; Apunta a la cima, ¡alcánzala!; Se disciplinado; Cree en ti mismo para lograr tus metas; Involucra a otros; Nunca te des por vencido.
Muchas veces estas recomendaciones llevan al éxito. Por lo general puedes lograr alcanzar una meta si pones todo tu empeño. ¡Pero tener éxito y cumplir el propósito de tu vida son dos temas muy distintos! Podrías alcanzar todas tus metas y ser un triunfador de acuerdo con los estándares del mundo, y aún así no saber la razón para la cual Dios te creó. Por eso necesitas más que un asesoramiento de autoayuda. La Biblia dice: “La autoayuda no es eficaz en todo. El sacrificio es el camino, mi camino, para encontrarte a ti mismo, a tu verdadero yo".
Este no es un libro de autoayuda. Tampoco es una guía para buscar la carrera adecuada, ni para hacer tus sueños realidad o planificar tu vida. No se trata tampoco de como meter a la fuerza más actividades en una agenda ya sobrecargada. En realidad, te enseñará como puedes hacer menos en la vida, concentrándote en lo más importante. Trata sobre el tema de llegar a ser aquello para lo que Dios te creó.
¿Cómo descubres, entonces, el propósito para el que fuiste creado? Tienes sólo dos opciones. La primera es espectacular. La mayoría prefiere esta. Hacen conjeturas, adivinan, teorizan. Cuando la gente dice: “Yo siempre he pensado que la vida es...", en realidad quiere decir: “Esta es la mejor suposición que se me ocurre".
Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido.
Durante miles de años, grandes filósofos han especulado y discutido acerca del sentido de la vida. La filosofía es un tema importante y tiene su utilidad, pero cuando hay que definir el sentido de la vida, aún los filósofos más sabios especulan.
El Dr. Hugh Moorhead, profesor de filosofía de la Universidad Northeastern de Illinois, en una ocasión escribió a 250 de los más reconocidos filósofos, científicos, escritores e intelectuales del mundo, preguntándoles: “¿Cuál es el sentido de la vida?", para después publicar las respuestas en un libro. Algunos dieron las mejores respuestas que pudieron, otros admitieron que acababan de plantearse la razón de vivir y otros fueron mas sinceros en responder que no tenían ni la menor idea. ¡En efecto, varios le pidieron al profesor Moorhead que les escribiera de vuelta y les dijera si había encontrado la razón de vivir!
Afortunadamente hay una alternativa a la especulación acerca del significado y el propósito de vivir, y es la revelación. Podemos considerar lo que Dios reveló en su Palabra con respecto a la vida. La manera más fácil de entender el propósito de un invento es preguntarle al inventor. Lo mismo ocurre cuando quieres saber la razón de tu vida: pregúntale a Dios.
Dios no nos dejó en medio de la oscuridad para andar a ciegas. Él reveló claramente en su Palabra sus cinco propósitos para nuestras vidas. La Biblia es nuestro manual de instrucciones el cual explica por qué estamos vivos, en que consiste la vida, que evitar y que esperar del futuro. Enseña lo que ningún libro filosófico o de autoayuda. Afirma que: “La sabiduría de Dios... Proviene de lo profundo de su propósito... No es un mensaje novedoso, es lo que Dios determinó para nuestra gloria desde la eternidad".
Dios no es tan sólo el punto de partida en tu vida, sino la fuente de ella. Debes ir a la Palabra de Dios, no a la sabiduría del mundo para descubrir el propósito de tu vida. Necesitas fundamentar tu existencia en las verdades eternas y no en la psicología de moda, la motivación del éxito o en testimonios emotivos. La Biblia afirma: “Es en Cristo que sabemos quienes somos y para que vivimos. Mucho antes que oyéramos de Cristo, él nos vio y nos diseñó para una vida gloriosa, parte de su propósito general en el que trabaja en todo y para todos".
Este versículo muestra tres revelaciones para tus propósitos:
1. Encuentras tu propósito e identidad al tener una relación con Jesucristo. Si aún no tienes esta última, más adelante te explicaré cómo iniciarla.
2. Dios pensó en ti mucho antes que tú en Él. Lo que designó para ti precede al momento en que fuiste concebido. Lo planificó desde antes de que existieras, ¡y sin tu participación! Puedes elegir tu carrera, tu cónyuge, tus pasatiempos y muchos otros componentes de tu vida, pero no te toca escoger tu propio designio.
3. El propósito de tu vida es parte de un designio cósmico mucho más vasto, uno que Dios planeó para la eternidad. De eso trata este libro.
El novelista ruso, Andrei Bitov, creció bajo un régimen ateo comunista. No obstante, Dios captó su atención un día lúgubre. El cuenta que: “A mis veintisiete años, mientras viajaba en el metro, en Leningrado (ahora San Petersburgo), me embargó una angustia tan grande que parecía que la vida se me detenía de súbito, el futuro se tornaba incierto y todo perdía significado. Repentinamente, como de la nada, apareció una frase que rezaba: La vida sin Dios carece de sentido. Para asombro mío empecé a repetirla y me dejé llevar por esa frase, como si fuera trasladado a través de una escalera. Al salir del metro me encontré con la luz de Dios".
Quizás has sentido confusión en cuanto a tu propósito en la vida. Felicidades, estás a punto de entrar en la luz.
No eres un accidente
"Yo soy tu Creador. Te cuidé aún antes de que nacieras." Isaías 44:2 (PAR)
"Dios no juega a los dados." Albert Einstein
No eres un accidente.
Tu nacimiento no fue un error o infortunio, tu vida no es una casualidad de la naturaleza. Tus padres no te planificaron; Dios lo hizo. A Él no le sorprendió tu nacimiento. Es más, lo estaba esperando.
Mucho antes de que fueras concebido por tus papás, fuiste diseñado en la mente de Dios. Él pensó en ti primero. No es a causa del destino, ni de la casualidad, ni de la suerte, ni tampoco es una coincidencia que en este mismo instante estés respirando. ¡Tienes vida porque Dios quiso crearte! La Biblia dice: “El Señor cumplirá en mí su propósito".
Dios diseñó cada característica de tu cuerpo. Eligió tu raza a propósito, el color de tu piel, tu cabello y cualquier otro detalle. Hizo tu cuerpo a la medida, tal y como él lo quería.
También dispuso todos los talentos naturales que posees y la singularidad de tu personalidad. La Biblia dice: “Me conoces por dentro y por fuera. Conoces cada hueso de mi cuerpo; sabes cómo fui hecho, parte por parte, cómo fui esculpido." Puesto que Dios te hizo con un propósito, también decidió cuando habrías de nacer y cuánto has de vivir. Él pensó de antemano en los días de tú vida, escogió tu momento exacto de nacer y de morir. La Biblia afirma: “Tú viste cuando mi cuerpo fue cobrando forma en las profundidades de la tierra; ¡aún no había vivido un solo día, cuando tú ya habías decidido cuánto tiempo viviría! ¡Lo habías anotado en tu libro!".
Dios planificó también tu lugar de nacimiento y dónde vivirías para su propósito. Tu raza y nacionalidad no son un accidente. Dios no dejó nada al azar. Todo lo planificó para su propósito. La Biblia dice: “De un solo hombre hizo Él todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha enseñado el tiempo y el lugar en que deben vivir". Nada en tu vida es arbitrario. Todo tiene un propósito.
Aún más impresionante es el hecho de que Dios decidió como nacerías. Dios planeó crearte a pesar de las circunstancias de tu nacimiento y quienes serían tus padres. Daba igual si tus padres eran buenos, malos o indiferentes. El sabía que esas dos personas poseían la hechura genética exacta y necesaria para mandar a hacerte a “ti" a la medida, tal y como Él pensaba. Ellos tenían el ADN que Dios quería para crearte.
Aúnque haya padres ilegítimos, no hay hijos ilegítimos. Muchos hijos no son planeados por sus padres, sino por Dios. E1 propósito divino tuvo en cuenta el fallo humano, inclusive el pecado.
Dios nunca hace nada por casualidad, ni tampoco comete errores. Él tiene un propósito para cada cosa que crea. Todo, animales y plantas, fue pensado por Dios; incluso cada persona fue creada con un propósito en mente.
Mucho antes de que fueras concebido por tus papás, Dios ya te había concebido en Su mente.
El motivo de Dios para crearte fue Su amor. La Biblia destaca: “Mucho antes de la fundación del mundo, Él estaba pensando en nosotros, y se había predispuesto para que fuésemos el enfoque de su amor".
Dios pensó en ti antes de crear el mundo. En efecto, ¡por eso mismo lo hizo! Dios creo el medio ambiente de este planeta para que pudiéramos vivir en él. Somos el centro de Su amor y lo más valioso de todo lo creado. La Biblia dice: “Por su propia voluntad nos hizo nacer mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación". ¡Así es como Dios te ama y te aprecia!
Dios no hace las cosas al azar; todo lo pensó todo con gran precisión. En cuanto más sepan del universo los físicos, los biólogos y los demás científicos, mejor entenderemos que todo fue creado específicamente para nuestra existencia, con los requisitos exactos para que sea posible la vida humana. El doctor Michael Denton, investigador principal de genética molecular humana en la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, concluyó lo siguiente: “Toda la evidencia disponible en las ciencias biológicas apoya una propuesta principal... que el cosmos es un todo especialmente diseñado con formas de vida y que el ser humano es su razón y meta fundamental, un todo en el cual todas las facetas de la realidad tienen su sentido y explicación en este hecho central". La Biblia apunto lo mismo hace miles de años: “Dios que formó la tierra... no la creó para dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada".
¿Por qué hizo Dios todo esto?
¿Por qué se tomo la molestia de crearnos un universo? Porque es un Dios de amor. Esta clase de amor es difícil de captar, pero es intrínsecamente confiable. ¡Fuiste creado como un objeto muy especial del amor de Dios! Él te hizo para poder amarte. Y puedes basar tu vida en esta verdad.
La Biblia nos dice: “Dios es amor". No dice que Dios tiene amor, ¡Él es amor! El amor es la esencia del carácter divino. Hay un amor perfecto en la comunión de la Trinidad, así que Dios no necesitaba crearte. No se sentía solo. Pero quiso crearte para así expresar Su amor. Dios dice: “A quienes he cargado desde el vientre, y he llevado desde la cuna. Aún en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice y... cuidaré".
Si no hubiera Dios, todos seriamos unos "accidentes", el resultado fortuito de una lotería astronómica en el universo. Dejarías de leer este libro porque la vida carecería de sentido, de propósito o de significado. No habría bien ni mal, ni esperanza más allá de tus pocos años en la tierra.
Pero hay un Dios que te creó por un motivo, ¡y tu vida tiene una profunda razón de ser! Encontramos el sentido y el propósito sólo cuando tomamos a Dios como punto de partida en nuestras vidas. El versículo de Romanos 12:3 dice que: “La única, forma de entendernos a nosotros mismos con exactitud es por lo que Dios es y hace por nosotros".
Este poema de Russell Kelfer lo resume todo:
Eres quien eres por una razón,
Eres parte de un plan minucioso,
Eres criatura singular, diseño hermoso,
Llamado por Dios hombre o mujer.
No fue fácil encarar esa emoción,
Dios lloró al verte sufrir,
Lo permitió para formar tu corazón,
Para que a su semejanza puedas vivir.
Eres quien eres por una razón,
La vara del Maestro te formo,
Eres quien eres, por amor.
La verdad, ¡hay un Dios!
Apendice:
PAR - Paráfrasis de diferentes versiones bíblicas.
Sobre el Autor:
Rick Warren es el pastor principal de la Iglesia Saddleback en Lake Forest, California, una de las congregaciones más grandes y mejor conocida de los Estados Unidos y fundador de la organización The Purpose-Driven®. Su libro anterior, Una iglesia con propósito, ganó el premio Medallón de Oro y fue nombrado uno de «Los 100 libros cristianos que cambiaron el siglo veinte». Rick Warren es también fundador de Pastors.com, una comunidad internacional en Internet que sirve y dirige a ministros de todo el mundo. Más de 60,000 pastores están suscritos a Rick Warren’s Ministry Toolbox, una página informativa gratuita semanal a través del correo electrónico.
Autor: Rick Warren
Publicadora: Editorial Vida
ISBN: 082973870-3
Páginas: 367
Peso: 1.52 lbs