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¿Cuál sería su respuesta si le perguntasen que cosa considera ser, en términos globales, el mayor problema en el mundo profesional y empresarial actualmente?.
Algunos responderían que es la deshonestidad. Otros indicarían la codicia. Otros dirían que es la falta de integridad. Todavía habrían algunos que creerían que la envidia y los celos son los problemas mas serios. La falta de compasión y de sensibilidad también resultan un problema que, con frecuencia, muestran su horrorosa cara. Ciertamente podría pensar en otros candidatos para ser considerados el mayor problema en el mundo de los negocios actualmente.
Cada una de las áreas mencionadas es ciertamente un significativo instigador de problemas. Pero yo quiero sugerir un problema que parece aún mayor, uno que puede verdaderamente ser considerado la causa por detrás de todos los que pudiesemos nombrar. Es un problema simple, pero profundo: EL ORGULLO.
C.S. Lewis, renombrado escritor, profesor universitario y uno de los grandes pensadores del siglo XX, afirmó: “Existe un vicio del cual ningún hombre en el mundo está libre; uno que todos detestan cuando lo ven en otra persona; del cual, difícilmente cualquiera imagina ser el culpable. El vicio del cual estoy hablando es el orgullo. El orgullo lleva a todos los demás vicios. Es la disposición mental absoluto anti-Dios”
Lewis escribió esto 60 años atrás, en un capítulo titulado: “El Grande Pecado”, en su libro, “Cristianismo Simple”. Hoy, siglo XXI, el problema no mudó. Al contrario, se intensificó. Vemos la evidencia y la devastación del orgullo en todas las áreas de la vida: en los negocios, en la política, deportes, religión, entretenimiento, matrimonio y familia. De acuerdo con la Biblia, él trajo a la luz a todos los problemas de la humanidad y permanece como fuerza destructiva y desenfrenada.
Millones de años antes que C.S. Lewis hiciera esa osada afirmación, el libro de Proverbios ya presentaba serias observaciones sobre el orgullo y sus amargas consecuencias.
- Orgullo genera conflictos. Todos ya estuvimos involucrados en disputas, en que la cuestión central era la insistencia de alguien en provar que estaba correcto, a pesar de los hechos. Eso jamás fue agradable. “Ciertamente la soberbia parirá contienda: mas con los avisados es la sabiduría” (Proverbios 13:10).
- Orgullo puede causar la ruina de alguien. Grandes ejecutivos han arruinado importantes corporaciones y organizaciones, y sus carreras también, con la egoista manipulación de personas y relatorios de fondos y accionistas, que esto ya no es novedad. Pero, con seguridad, el orgullo está en la raiz de esos horrendos fracasos de lideranza, de una manera o de otra. “Antes del quebrantamiento es la sob3erbia; y antes de la caída la altivez de espíritu.” (Proverbios 16:18)
- Orgullo refleja el estado mas íntimo de una persona. Como Lewis escribió, detestamos ver el orgullo en otra persona, porque lo reconocemos como el egocentrismo y presución, al contrario de preocupación desinteresada por los otros. “Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y el brillo de los impíos, son pecado.” (Proverbios 21:4).
- El antídoto para el orgullo es humildad. Así como no nos gusta la demostración obvia de orgullo, la humildad es una virtud que todos admiramos, aunque no la entendamos bien. Gandhi y la Madre Teresa son apenas dos ejemplos. Al contrario de la autopromoción, podemos descubrir que nuestros objetivos pueden ser alcanzados atravez de la abnegada consideración por las necesidaes y preocupaciónes de los otros. “El tl temor de Jehová es enseñanza de sabiduría: y delante de la honra está la humildad.” (Proverbios 15:33)